La realidad real ya no existe, ha sido reemplazada por la
realidad virtual creada por contenido grafico, audiovisual y escrito que se
publica en las redes sociales. La materia prima aquí, es la “información”.
Pero, en muchas ocasiones, cumple una función esencialmente opuesta.
La realidad digital antes era un depósito de contenido
creado por un único proveedor. Pero desde hace casi nueve años, cuando se
pronunció por primera vez el término Web 2.0 y aparecieron las redes sociales
como se les conoce, el usuario se convirtió en un generador de información
consumible y pasó a ser el protagonista de los foros, portales y páginas que se enriquecen con su punto de
vista.
El lector de noticas antes solo leía, ahora —con los medios
alternativos— lee, opina y también escribe. De esta manera la interacción entre
empresas, periódicos, políticos, artistas y particulares se torna dinámica,
sencilla y cotidiana.