jueves, 13 de septiembre de 2012

Para mí, AMLO es la solución

Enrique Aquino


Una minoría de personas —que son las más radicales—, todavía no entienden que las elecciones se acabaron el primero de julio, pero sobre todo, cuando el veredicto del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación  otorgó  validez a las elecciones.

Aislarse de la realidad, rechazarla y atacarla son síntomas de un fanatismo que socava la estabilidad de cualquier grupo humano. Decía Winston Churchill: “Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema”.

La mayoría de los actores políticos han actuado de una manera correcta y madura, porque no importando las ideologías y militancias han apostado por acordar, trabajar y lograr propuestas en beneficio de México.

El Gobierno Federal ha colaborado brindando los medios para que la transición se lleve de una forma transparente, ordenada y pacífica.

Los gobernadores del PAN se reunieron —y los del PRD también lo harán— con EPN para trabajar en conjunto los tres niveles de gobierno y dar respuesta a los ciudadanos.

Instituciones, asociaciones civiles, organismos, líderes y mandatarios tanto nacionales como internacionales se ha pronunciado por una unidad entorno al presidente electo.

Esta es la etapa de llegar a acuerdos buscando coincidencias, como la reforma laboral, por ejemplo, que es un tema que nos preocupa a todos. Creo que respetando la legalidad y la constitucionalidad, seguramente se llegará a un buen término.

Ya nos dimos cuenta y aprendimos de los años anteriores, que la división ha traído resultados mediocres para la nación. Necesitamos  reformas para que México cambie.

Por otro lado, reconozco que AMLO es un líder que mueve masas y tiene un gran carisma.  Aquellos que tienen la fortuna de conocerlo, afirman que es una buena persona y hasta con cualidades de cierta nobleza.

Sin embargo, la mayoría de sus seguidores se han vuelto caprichosos, violentos y algunos hasta inútiles. La mayor parte de ellos —que se dicen el pueblo— usan su causa y su nombre para cometer todo tipo de violencia.

Sé muy bien que no soy el favorito de los fanáticos; siempre me insultan con odio y rencor, pero eso no me ha quitado el sueño, ni ha llenado mi corazón de resentimiento.

Pero estoy convencido, de que si alguien puede y debe sacar de esta situación terrible en la que han caído estos fanáticos ese es, el mismo Andrés Manuel López Obrador. O si no, quiere decir que aprueba estos actos.