lunes, 22 de julio de 2013

La necesidad del diálogo

Enrique Aquino

He estado estudiando la comunicación en las redes sociales,  y resulta asombroso cómo los cibernautas intentan comunicarse. Imagínense, por ejemplo, a un jubilado que trabajó como afanador en el Seguro Social, que siempre ha vivido en el estado Chiapas, tratando de expresar sus ideas y valores en Twitter a una mujer joven, hipster, estudiante de Monterrey. Ambos escriben en español, nacieron en el mismo país, pero hay un alto porcentaje de posibilidades que difieran en los siguientes aspectos: creencias, conocimientos, intereses, metas, necesidades, valores, ideas, experiencias y actitudes. Las únicas posibilidades para entablar un diálogo en la red es que ambos tengan un fuerte deseo de comunicarse y estén dispuestos a comprender otros puntos de vista. 

Estas dos personas encontrarán dificultades para comunicarse por los mismos motivos que todos las encontramos. Cada uno de nosotros es diferente a los demás, nadie es igual a ti, ni a mí. Todos tenemos una manera particular de ver las cosas y una propia opinión. Desde que nacemos tenemos una manera individual de ver al mundo, un punto de vista que irá cambiando hasta que muramos. Nadie puede penetrar por completo en el marco de referencias de otra persona. Aquí sí que estamos solos.