jueves, 7 de marzo de 2013

Algunas reflexiones sobre la muerte de Hugo Chávez

Enrique Aquino

Siempre lo he dicho y hoy lo repito: el líder necesita de la gente y no la gente de los  líderes. El día de ayer, después de que se anunciara la muerte de Hugo Chávez, miles de venezolanos salieron a las calles con imágenes de su líder que, después de dos años, perdió la batalla contra el cáncer.

Me ha conmovido el ver las fotos de esas miles de personas llorando y expresando su pesar por la muerte de su presidente.  Más que su gobernante, para miles de ciudadanos de Venezuela, Chávez era un caudillo. Ahora se sienten huérfanos de guía espiritual. Pensemos en un ejemplo: ¿qué sería Morena sin López Obrador? Simplemente no existiría.

En el pasado, había países pobres porque había países ricos, y había países ricos porque había países pobres. En otras palabras, había países tercermundistas por la afluencia del primer mundo. En el presente no es así. Y lo que más hace daño a los países subdesarrollados es que se les inculque esta falsa doctrina por medio de propaganda. De esta manera es muy fácil vociferar contra el imperio yanqui.