domingo, 9 de septiembre de 2012

AMLO, el rey que quiere ser absoluto

Enrique Aquino

En febrero de este año, Andrés Manuel López Obrador estaba en una reunión con empresarios inmobiliarios, entonces se dirigió a uno de ellos con micrófono abierto:

—¿Te acuerdas en tu casa, que dije que si  la elección era limpia y libre, si perdía,  me iba ir yo a la chingada? ¿Te acuerdas?

Aunque la elección fue limpia y libre, pues no se fue. De hecho, los partidos más multados por el IFE fueron los de izquierda, presentaron facturas falsas para comprobar gastos de campaña entre otras irregularidades.

Hay que reconocer que AMLO hizo una muy buena estrategia, seguramente negoció el apoyo de todos los  líderes de las diferentes corrientes de izquierda —incluyendo a Ebrard y los llamados “Chuchos”— para que fuera el candidato en las elecciones —el fue ganador de una encuesta para ver quién era el candidato, curiosamente esa no estuvo manipulada— con la condición de que después dejaría el campo libre para que otros buscaran la presidencia en el 2018, entre ellos Marcelo Ebrard, quien anunció que empezará su campaña en diciembre.