La política energética que platea el presidente de México, Enrique
Peña Nieto, tiene como objetivo fundamental la seguridad energética del país
para garantizar el desarrollo nacional y fomentar el crecimiento económico, el
empleo y la estabilidad.
Es importante aceptar que Pemex enfrenta riesgos, pero tiene
un enorme potencial. Vivimos en un mundo cambiante, donde continuamente están
apareciendo amenazas y oportunidades. El gobierno mexicano está preparado para
defenderse de las primeras y aprovechar las segundas.
La principal fuente de energía primaria del sector
energético es el petróleo. Las reservas
probadas con las que contamos son para
nueve años, las probables son apenas de 14 años. Como consecuencia, la
producción petrolera tiende a disminuir, casi un millón de barriles diarios
desde el 2004 —cuando llegó al máximo—. Irónicamente la contratación de plazas
de la empresa aumentó de 120 mil a 160 mil; menos ingresos, pero sí más
contratación de personal.