Tecnología para cambiar a México

Enrique Aquino

La tecnología ha ido avanzando día tras día, esto puede ser bueno o malo, ya que la podemos utilizar para beneficiar o perjudicar al mismo hombre.

Con los inventos de comunicación que se descubrieron y se desarrollaron en los siglos pasados, se amplió la forma de comunicarnos de una forma masiva.

Después, surgió el internet y la Web 2.0 como un verdadero medio de comunicación y no de información. Las redes sociales se convirtieron en el quinto poder.

Para  comunicarnos con nuestros  familiares o amigos que se encuentran lejos, resulta más económico usar  el internet, que hablar por teléfono. 

Las redes sociales han ido evolucionando,  pero al mismo tiempo la sociedad sufre cambios  por que su influencia  modifica el orden social.

Los medios de comunicación como el internet  por naturaleza tienen  influencia y pueden producir cambios en las conductas de las personas.

Por ejemplo, la cultura de México, que se apoya en la raza y en la sangre se está perdiendo.  Al haber un vacio se crea una nueva identidad ajena a la nuestra.

El México actual copia culturas de otros países, siendo ellos los que nos deberían pedir nuestro secreto que tiene bases en una cultura mágica.

Los egipcios, romanos, chinos, por ejemplo, se sienten orgullos de sus antepasados y de su cultura, nosotros no valoramos la nuestra.

Antes preguntaban ¿qué libro leíste?, ahora preguntan ¿qué vídeo de werevertumorro viste? Necesitamos contenidos de calidad, de y para los mexicanos.

Si México pugna por alcanzar mejores niveles intelectuales y culturales, deberá cambiar la información que hay en internet  fomentando la educación y los valores.

Será  bueno incrementar el acceso a internet  con una campaña de alfabetización digital, dotando  de computadoras a los niños, pero hará falta transcribir más libros a la red. 

Hay  una agenda digital que Peña Nieto propuso,  aplicándola tendríamos más información y gente más instruida. Cerraríamos la brecha digital.

Habría un desarrollo social con más educación.  Reafirmaríamos nuestra identidad nacional, cambiando conductas indeseables por los valores humanos más preciados.