Es curioso ver cómo muchos estaban eufóricos y otros
frustrados por la decisión de ayer del Tribunal Electoral del Poder Judicial de
la Federación, puedo decir que ni si quiera fue emocionante. Los seguidores pro AMLO estaban esperando
algo que sabían no iba suceder. Los seguidores de EPN estaban esperando algo que
sabían que iba suceder.
El veredicto del TEPJF de rechazar anular la elección era
algo que en el fondo todos sabíamos que iba a pasar. Para mí, la emoción fue la noche del primero de julio,
lo que vendría después era producto de una estrategia política de un personaje
que quiere seguir vigente y que empezaba una campaña larga de seis años para
ser candidato otra vez en el 2018.
López Obrador y su equipo nunca exhibieron ni mostraron ante
la opinión pública pruebas contundentes que demostraran que hubo fraude, cuando
trataron de hacerlo quedaron en ridículo presentando animalitos y papeles
“chuecos” de un banco. Ergo, se dedicaron a hacer lo que les ha funcionado,
hacer acusaciones sin fundamento para generar opinión sobre sus seguidores.
Como explicaba en anteriores columnas, el futuro se puede
predecir con la cultura, con las costumbres, con las pautas de conducta, casi nunca
falla, yo siempre he visto al “Pejismo” como cultura y no como ideología
política —incluye únicamente a fanáticos radicales, a los otros, los considero “lopezobradoristas”,
a los pensantes—, seguiremos viendo los mismos comportamientos de siempre.
Hay que reconocer que Obrador es un líder que sabe mover
masas, mucho de ese éxito es por su personalidad que tiene la cultura del
“sospechismo” y complot, entonces, ¿por qué cambiar? , tampoco es un
adolescente o un niño con personalidad no definida, él es así y será muy
difícil que cambie, ya convocó a mitin el nueve de septiembre, inicio de lo que
será su larga campaña hacia 2018 y el principio del “estallido social”.
Lo importante ahora será exigir que se transparenten todos
los recursos con los que patrocinó su campaña del 2006 al 2012 a través de
Austeridad Republicana AC, Honestidad Valiente AC y otros instrumentos. Y estar pendientes de cómo financiará sus
actos proselitistas de los próximos seis años será primordial.
Por eso, si bien las elecciones han sido ejemplares, hay que
perfeccionarlas aún más, como por ejemplo que este tipo de precampañas se
reconozcan como campañas. La creación de una instancia ciudadana y autónoma que
propuso EPN para que supervise la contratación de publicidad entre los gobiernos
y los medios de comunicación es un gran aporte parte hacia la democracia.
Espero que los siguientes seis años haya muchas reformas, algunas
ya se dieron, necesitamos candidaturas ciudadanas sin que tengan que depender
de un partido político, el permitir el registro de nuevos partidos sin que
forzosamente tengan que recibir dinero público, la posibilidad de que haya
coaliciones de partidos y que los votos se contabilicen a favor dichas
coaliciones y no a partidos.
Por el momento, llegó la hora de la unidad para que las
cosas pasen en el país, los legisladores de todos los partidos han aceptado la
resolución del TEPJF, ya solo queda una
minoría de fanáticos con pruebas que se reducen a actos de fe influenciados por
el arbitrio de su líder, esos que quieren que le vaya mal a Peña. Pero están
equivocados, tenemos que apoyar al nuevo gobierno, porque si le va bien a
Enrique Peña Nieto le va bien a México.
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