“Historias de odio y fanatismo” se tituló la columna que
escribí hace casi un mes: http://tinyurl.com/9vqjgfh
Pero
el pasado fin de semana, aconteció un suceso más de los muchos que hemos vivido
por el fanatismo y la intolerancia; integrantes del #YoSoy132 de Veracruz lanzaron
como proyectiles, huevos a Adela Micha. Esta agresión física, sucedió en
Xalapa, cuando la conductora recibía un doctorado honoris causa por parte de la
Universidad Popular Autónoma del estado de Veracruz.
Sin
embargo, hubo otro caso que estremeció a México y que ha superado estos
huevazos y escupitajos que hemos visto en los últimos meses: el secuestro de
Diego Fernández de Cevallos.
Desde
1996, López Obrador acusaba —y le hacía eco la revista Proceso a sus
declaraciones— de enriquecimiento ilícito a “El Jefe” Diego. Unos predios de
Punta Diamante en Acapulco, que eran o son propiedad del panista, eran las
pruebas de que éste se había vendido al régimen.
El
día 7 de marzo del año 2000, en un debate en el programa Primero Noticias que
conducía Joaquín López-Dóriga, el tabasqueño no presentó ninguna prueba, más
que la nota de una revista, a lo que Diego refutó:
—¿Se
vale acusar, porque aparece en una revista lo que le viene en gana decir a
quien quiera?, porque yo entonces lo voy a acusar a usted de un delito mayor.
Obrador
le dijo: Lo que usted quiera, y Diego prosiguió:
—Si
vamos a tomar todo tipo de publicaciones para hacer imputaciones, yo a usted
tendría que acusarlo de asesino de su hermano, porque hay publicaciones que así
lo dicen, pero a mí no me consta y no lo puedo señalar como valido.
En
cuanto a que era aliado de Salinas y del sistema dijo:
—En
todos los países civilizados de la tierra, en todos, las oposiciones que se
respetan, a veces votan a favor y a veces en contra de las propuestas del
Gobierno, solo los que están mal de sus facultades, asumen, que para ser
honestos, se tiene que estar en contra del Gobierno, eso no lo aguanta ningún
país.
El
debate siguió, uno presentaba documentos y pruebas; el otro, descalificaba a su
contrincante. Cabe señalar que Diego Fernández de Cevallos presentó escrituras
de Punta Diamante del 27 de septiembre de 1985, el argumento que presentó AMLO
fue que era de dominio público que se
había beneficiado con esos predios. Pero lo importante de este debate fue que
Andrés Manuel señaló a Diego Fernández como el abogado más rico de México.
El
14 de Mayo del 2010, fue secuestrado “El Jefe” Diego antes de llegar a su
rancho en Querétaro. Su familia pidió a las autoridades mantenerse al margen de
las negociaciones con los delincuentes para lograr su liberación. Después de 7
meses y seis días, es liberado. Inmediatamente, Diego, presenta un escrito a la
opinión pública. El último párrafo dice:
“Consideramos oportuno insistir en el deber
de luchar unidos todos los mexicanos independientemente de ideologías, en
contra de la violencia en sus diversas expresiones y que el combate al crimen
organizado, al secuestro y otros delitos graves no debe llevar a los órganos
del Estado a dejar impunes las conductas que en el ámbito privado o desde el
poder público generen o propicien graves daños a la sociedad y nieguen el
futuro a millones de seres humanos, ello, sin que la persecución contra los que
así actúan implique seguir aportando las acusaciones sin pruebas, las mentiras
sin límites y la intolerancia en agravio de quienes piensan diferente, todo lo
cual enturbia y asfixia la vida de México.”
En
una entrevista con Ciro Gómez Leyva, Fernández de Ceballos dijo que hay
periodistas y políticos que acusan y no sienten el más mínimo deber de aportar
pruebas. Gómez Leyva le preguntó qué cuáles periodistas, Diego contestó:
Proceso, La Jornada y algunos periodistas del Universal. Al preguntarle qué le
reclamaban, qué le echaban en cara los secuestradores, durante su rapto, dijo:
De lo mismo que dice López Obrador.
No
hay que olvidar que estos casos se conocieron porque los protagonistas son
figuras públicas, pero hay muchos ciudadanos que han sufrido amenazas,
vejaciones, injurias, descalificaciones, calumnias y atropellos por parte de
los fanáticos de izquierda; porque los que no votaron por López Obrador,
vendieron su voto. O por el simple hecho de pensar diferente a ellos
.
Ayer,
como pelele y un mentiroso, AMLO, se refirió a Peña Nieto en su página de
Facebook oficial. Cómo quieren que los ciudadanos no agredan a periodistas y a
políticos si se les ha sembrado odio.
“No puede un buen árbol
dar frutos malos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Así que, por sus frutos
los conoceréis”. Todos los actos de barbarie del #YoSoy132, son los frutos de AMLO, Noroña
y medios comunicación izquierdosos.
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