“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá
y dará a luz un hijo, y llamará a su nombre Emanuel. (Que traducido quiere
decir: Dios con nosotros) Isaías
7:14
Me había propuesto escribir estas líneas hacía un par de
semanas para tener preparado el texto para hoy.
Sin embargo, fue imposible inspirarme por no sentir el hechizo que siento
en este día tan especial y que hace que se agudicen mis sentidos.
Es muy poco probable que Jesucristo haya nacido un 25 de
diciembre. No hay pasajes bíblicos que lo confirmen. Hay muchos estudiosos del
cristianismo que aseguran que fue en marzo y otros que en noviembre. La fecha
no importa, el 25 de diciembre es el día que celebramos el nacimiento del hijo
de Dios.
Hablar de la influencia que tuvo, tiene y seguirá teniendo
Jesucristo en la tierra es hablar de las ideas y la inspiración que como líder
tuvo en la vida de millones de sus seguidores. El impacto y el poder del mesías
no tienen límite de tiempo y espacio.
La llegada de Jesús fue el acontecimiento más importante, tanto así, que la era moderna inició su calendario con su nacimiento. Sin embargo, sólo nos acordamos de
él en navidad, semana santa o cuando necesitamos su ayuda.
Este día deberíamos recordar su nacimiento como medio de
liberación del pecado y al mismo tiempo su futura venida como lo prometió.
Necesitamos incluir a Jesús en nuestras vidas, no sólo un día, sino para
siempre en nuestro corazón y en nuestra mente.
Tal vez siempre leen mis textos sobre política y social
media, pero en esa ocasión quise traerles un pensamiento en este día tan
especial. Amigos, les deseo que pasen noche buena y una navidad en compañía de
sus seres queridos.
Enrique Aquino
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