Leyendo la columna de don Federico Arreola: “Ciro, loco de
contento porque la TV venció a Twitter, y sin embargo”, me enteré de la columna
de Ciro Gómez Leyva, e igual como don Fede, fui a leerla para ver de qué se
trataba. Por eso escribo este texto,
para aclarar algunos puntos como aportación a la cultura de social media y no
se queden con los estereotipos de Ciro.
Para empezar la televisión y las redes sociales no son
enemigos ni amigos, son un complemento. No debería de haber competencia entre
ambas, lo que pasa es que la gente, como Gómez Leyva, cree que las Redes
Sociales son meramente medios de comunicación. Las redes sociales sirven para
eso y más. Y, aunque no quieran aceptarlo, los contenidos en internet tienen
más penetración que la TV.
El internet será algo
común dentro de unos años, los medios de comunicación tradicionales y el mismo
internet se enriquecerán mutuamente, conforme se vaya integrando el internet a
nuestras vidas se volverá cotidiano leer un diario digital o ver TV por la red.
La misma TV anuncia sus redes sociales para interactuar con su público, de otra
manera seguirían siendo lo que son, medios de difusión, no medios de
comunicación.
El impacto de las redes sociales no se mide con Rating,
porque no es TV, se mide en el impacto social, en la influencia que provoca en
las personas, las cuales después, se vuelven catalizadoras de la mercadotecnia
de boca en boca. ¿Cuáles fueron los mayores impactos negativos que tuvo EPN en
su campaña? ¿Dónde se provocó? ¿Dónde tuvo más repercusión la campaña de
contraste en contra de Josefina Vázquez Mota?, pues en las redes sociales.
Es un disparate el que Ciro quiera comparar la audiencia de
las televisoras con el número de tuits por minuto. Porque si quisiéramos medir
el alcance de Twitter, lo haríamos por el número de impresiones, ya que muchos no tuitean y tampoco retuitean pero si
leen su timeline, y muchos aunque no te sigan y ni cuenta tengan, también te
pueden estar leyendo. Esas impresiones
son millones o hasta más, que jamás se podrán comparar con la pequeña audiencia
de la TV.
Un ejemplo fue la columna sobre la campaña rosa
#SienteYAutoExplorate, la cual en cinco horas tuvo más de un millón doscientas
mil impresiones en Twitter. Es importante medir siempre para determinar si
tuviste un impacto positivo, de lo contrario, cambiar la estrategia.
Lo curioso es que alguien que no usa las redes sociales
quiera opinar sobre el tema. Te recuerdo Ciro que, el impacto negativo en
contra de Milenio y sus periodistas se ha gestado en internet, si quieres
medirlo, hazlo en el aspecto social ¿te acuerdas del acoso a Marín?
Por último, no sé quién redacte las columnas de él, Carlos
Marín y Joaquín López-Dóriga, porque tienen el mismo estilo de redacción, no
creo que sea un corrector de estilo, va más allá. Muchos lo notamos y
cualquiera se puede dar cuenta, es la misma persona quien las escribe. Lo que
nos preguntamos es si nomás le dan el tema al redactor, o ellos aportan aunque
sea una idea.
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