Pequeñas acciones, que se potencializan con el poder de las
redes sociales, pueden generar grandes cambios.
De eso trata el libro que escribió hace 12 años Malcom Gladwell El
umbral del cambio: Cómo pequeñas cosas pueden hacer grandes diferencias (The Tipping Point: How Little Things Can
Make a Big Difference).
¿Se acuerdan de Josmar Flores Pereira? Es el predicador
boliviano que en el 2009 intentó secuestrar un avión de Aeroméxico amenazando
con hacer estallar un artefacto explosivo —que en realidad eran dos latas de
Jumex rellenas de tierra—. Pues él, junto con otros cuatro reclusos —que se encontraban en huelga de hambre—, grabaron
un vídeo donde se aprecian irregularidades dentro del Reclusorio Oriente.
El pasado 15 del presente mes, una persona que se hace
llamar Roberto Navarro Acosta —supongo que es un pseudónimo—, subió el vídeo a
YouTube muy bien editado, el cual lleva como título: Presos de México claman al mundo “JUSTICIA”. El material
audiovisual rápidamente se viralizó por las redes sociales hasta que tuvo como
efecto la destitución de tres custodios que fueron captados realizando
presuntos actos de corrupción dentro del Centro de Readaptación Social.
Pero ayer en la tarde, la subsecretaria del Sistema
Penitenciario capitalino, informó también la destitución de José Antonio
Quintanar, quien fuera titular de dicha cárcel. Quintanar fue acusado por los
cinco internos, encabezados por Josmar Flores, de ser el presunto responsable
de ordenar y recibir el cobro del dinero que hacen los custodios a reos por el
pase de lista.
La lección que nos deja esta historia es que ahora, gracias
a las redes sociales, las personas estamos mucho más conectadas, y el uso de
estas nuevas tecnologías pueden desencadenar cambios positivos. Estos reclusos
se veían atrapados en una situación que es muy deplorable —y no es la única
cárcel así en e país—, pero gracias a una buena estrategia pudieron denunciar y
conseguir que fueran exhibidos estos presuntos funcionarios corruptos.
Algo queda claro, ya no somos los ciudadanos silenciosos que
no podían denunciar anomalías por falta de espacios en los medios de difusión
tradicionales. Tenemos el poder de las redes sociales para generar grandes
cambios. Una pequeña acción (grabar un vídeo y subirlo a YouTube) generó un
cambio (que apartaran de sus cargos a las autoridades del Reclusorio Oriente
por presuntos actos de corrupción).
Si hemos criticado muchas veces al jefe del gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, en esta
ocasión hay que reconocerle su sensibilidad y su buen actuar en este caso. Más
no así a Jesús Zambrano, que sigue solapando al diputado Rubén Escamilla,
después de que fue exhibido en un vídeo en el que una mujer le otorgaba favores
sexuales a cambio de una plaza de trabajo en la burocracia local, no ha pedido
licencia para retirarse de su cargo. No se nos olvida.
Por último, a los funcionarios, empresarios y jefes de instituciones, tengan en cuenta que
ahora se puede viralizar contenido grafico y audiovisual en unas cuantas horas.
Hay más de 90 millones de celulares en el país que nos vigilan. Otro ejemplo
reciente fue el caso del jefe coreano
que pateó a su empleado mexicano en la planta Sam Won asentada en Querétaro.
Recomendación, cuando veas las barbas de
tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario