La protesta es una forma extrema para persuadir a la gente.
Es evidente que el #YoSoy132 tiene como
intención producir un cambio por medio de la confrontación entre la sociedad y
el movimiento. Son sinceras sus intenciones.
Los grupos de protesta se forman cuando existe un profundo
descontento con los programas y políticas de gobierno. ¿Pero cómo se puede estar en contra de un gobierno que
todavía no toma posesión? Es lógico que tengan estereotipos, pues no son
capaces de analizar y reflexionar.
Muchos tenemos una idea de nosotros mismos basada en lo que
los demás piensan que somos. Para ayudar a su identificación, el #YoSoy132 hizo
una mitología. Están convencidos de que los medios de comunicación —en
especial Televisa y Milenio— manipulan
la información.
Uno de sus mitos más fuertes es que Enrique Peña Nieto será
un presidente impuesto por Televisa. Los miembros de ese movimiento tienen
medios de comunicación con los cuáles se identifican: Proceso, Aristegui, La
Jornada, etc. Estos periodistas que dejaron el oficio para volverse
propagandistas de López Obrador son los más objetivos para ellos.
Los miembros de este movimiento hablan con desprecio de los
desertores. Cualquier integrante que
rectifique su postura o se desprograme es un traidor. También los que han sido
evidenciados como manipulados son ridiculizados por pretender ser lo que no
son.
Como todos los grupos de protesta, el #YoSoy132 nació con un
tema específico: el que Enrique Peña Nieto no fuera elegido como Presidente de
la República. Sin embargo, el fin que los llevó a juntarse y protestar acabó.
El grupo perdió interés y el grupo se ha empezado a desintegrar. Es lógico, las
protestas temáticas tienen metas a corto plazo.
Por eso es necesario que el #YoSoy132 se declare
oficialmente Pejista, de esta forma
sería un grupo de protesta con una identidad común en un proceso continuo y a
largo plazo. El primero de julio fijaron otra postura, pero ya no tuvieron el
mismo éxito porque fueron mal asesorados.
Lo que es cierto es que siempre fue un grupo de choque y
confrontación. La comunicación de protesta tiene varios grados.
En el primer grado, los grupos de protesta, buscan producir
un diálogo y una discusión con las autoridades o con los que tienen el poder
para provocar un cambio. Ellos nunca buscaron esta interacción.
Tratar de ganar simpatía para su causa es el segundo grado.
Se usó una propaganda de playeras, carteles y folletos. El eco de sus palabras
y acciones lo encontraron en los medios afines a López Obrador. Pero el
marketing, lo hicieron en redes sociales.
La resistencia no violenta es el tercer grado, ejemplos típicos son los plantones, sentones y
boicots. Sin embargo, demostraciones no violentas provocaron violencia por
parte de los mismos integrantes.
Ante la frustración de que sus acciones no tuvieron
resultados favorables pasaron al siguiente grado, la confrontación. El
propósito de la confrontación es irritar a las autoridades para que éstas
reaccionen violentamente. Muchos manifestantes emplean tácticas para empujar a
las autoridades a una reacción que ellos llaman represión. Por lo regular la complementan esparciendo rumores en la
red de que hay golpeados o muertos. Un ejemplo es lo que pasó en Michoacán.
Finalmente, si no provocan la violencia son ellos los que la
inician quemando y secuestrando autobuses, usando huevos como proyectiles o
escupiendo a líderes de opinión; actos que son calculados para provocar
violencia. Y aunque los manifestantes sean los que provocaron la violencia, la
sociedad tiende a considerar a las autoridades como los villanos.
Una característica que ha tenido el #YoSoy132 es el empleo a
gran escala de las redes sociales. Las han utilizado de dos maneras: dentro de
los límites del movimiento para llegar hasta
sus propios miembros para organizarse y, por otra parte, fuera del mismo para
llamar la atención de la ciudadanía y de los medios de comunicación para su causa.
¿Puede ser positivo el #YoSoy132? A medida que hemos
analizado sus métodos, hemos descubierto que tienen una estrategia e incluso un
cierto sentido de teatralidad. Sus ideales están lejos de la franqueza,
honradez, identificación y de la discusión razonada. No han aportado nada
positivo a la sociedad.
Hay que tener en cuenta que sus ideales es lo que repite
todo el tiempo Andrés Manuel López Obrador. Muchos de los integrantes del
movimiento han sufrido daños psicológicos y poseen una pasión exacerbada. Este
movimiento, en un momento dado, puede dar paso al terrorismo, debido quizá a la
concentración de poder.
eres un pendejo aquino! ¿Cuánto te pagan? Dilo, eres un vendido... nunca se habia visto que el presidente electo fuera tan odiado como lo es EPN... Atenco no se olvida!
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