Lo peor que le puede pasar a México y al mismo López Obrador
es que los grupos y movimientos que lo apoyan —#YoSoy132, SME y otros—, se le
salgan de las manos, que no tenga control sobre ellos. Hemos visto que los del
#YoSoy132 por lo pronto ya empiezan a actuar solos, es decir, sin que tengan que
recibir una orden o sean organizados en redes sociales.
Una actitud se vuelve
costumbre, una costumbre se vuelve un
hábito, un hábito se vuelve un destino.
Por ejemplo, se empieza con alguien que siembra odio, luego, se vuelve
costumbre insultar y odiar, hasta que se vuelve un hábito y se toma como algo
“normal”, al final, esas conductas traen un repercusión en la vida y en la
sociedad.
Un domingo, Ricardo
Alemán y su familia caminaban por enfrente del hemiciclo a Juárez, hubo quien
lo reconoció y gritó algo así como:
—¡Hey, allá va Ricardo Alemán!
Algunas personas que se encontraban en el lugar, entre ellos
comerciantes ambulantes, comenzaron a
insultarlo, Alemán, en su cuenta de Twitter empezó a denunciar los hechos.
Después no pasó a mayores.
Otra situación similar, pero que tuvo más difusión por ser
más violenta, fue cuando precisamente cerca de esa zona —Juárez y
Balderas—, un grupo de 50 seguidores de
AMLO persiguieron, insultaron y escupieron a Carlos Marín, el periodista los
enfrentó y les decía:
—Yo no soy el IFE ni trabajo en Televisa, yo trabajo en
MILENIO.
Aún así, los extremistas lo siguieron injuriando todo el
trayecto hasta las instalaciones del periódico.
La más reciente ocurrió el martes, cuando un grupo de jóvenes anti-Peña
bombardearon con huevos y otros alimentos a Roy Campos en una conferencia que
dio en Puebla.
No sé como lo vean ustedes, pero para mí, son actos de
barbarie, salvajismo y bestialidad, como si vivieramos en el siglo XV. Y
todavía hay quienes se espantan de la
Nueva Jerusalén…
El problema es que
estos casos que presenté salen a la luz pública por tratarse de personas
famosas, pero estoy seguro que hay muchas personas no conocidas como usted,
como yo, que han sufrido lo mismo o hasta cosas peores.
En campaña me pasó algo un poco parecido, una amiga que era
candidata a un puesto de elección popular
me invitó a su debate. Llegué a la universidad de la ciudad y me
registré. La encargada de prensa de la
candidata me llamó y dijo:
—¡Enrique!, de la lista de los invitados que tiene el IFE
sacaron la información de que vendrías y me preguntan estudiantes por ti.
Entonces me reconocieron y empezó el acoso, varias personas
intentaban todo el tiempo fotografiarme,
a tal grado, que tuve que levantarme e irme a la parte posterior y desde
ahí ver el debate, cuando terminó, me rodearon como 6 jóvenes que me miraban
con odio y rencor, uno de ellos me reclamaba un poco airadamente sobre cosas
del 68 y de Ordaz, afortunadamente llegó un catedrático, me hizo una
entrevista, nos tomamos unas fotos y no pasó a mayores.
Clientes y empleados de las tiendas Soriana sufrieron acoso
y hasta secuestro por parte de los radicales.
Hasta bombazos hubo. Ahora mismo tienen tomado el ayuntamiento de
Veracruz, lo tienen secuestrado. Han
tomado casetas de cobro de las autopistas.
Seguramente López Obrador se deslindará de estos actos. Y
sí, él no los mandó. Sin embargo, creo que no se puede deslindar alguien que
por diferentes medios —mítines, ruedas de prensa, Twitter—, sataniza y acusa como corruptos y traidores
de la patria a periodistas, encuestadores, medios de comunicación,
instituciones, comercios y políticos por haberle hecho fraude, según él.
Andrés Manuel López Obrador, es usted un líder social que
tiene influencia sobre sus seguidores, ¿ha sido responsable con ese poder?
Vendrán más actos vandálicos —ojalá y me equivoque—, muchos de ellos ya ni
siquiera orquestados por usted, ese es
el legado que nos ha dejado a los mexicanos.
Concluyo con esta reflexión, señoras y señores, hemos estado
avanzando en una sociedad violenta, llena de odio y rencores. Debemos tener
consciencia de que la violencia es una forma equivocada de vivir, de pensar y
de actuar. Los invito a que cambiemos, ahora mismo… nuestra familia, nuestros
hijos y la sociedad nos agradecerán.
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